Vivero forestal escolar
La degradación de los bosques nos priva de los
beneficios que proporcionan los árboles para mejorar nuestra calidad de
vida. Los viveros forestales son el punto de partida para un cambio
necesario que revierta la degradación de los recursos naturales y mejore
la calidad de vida de la población. Es importante reforestar con
especies nativas, ya que éstas mantienen las características del
ecosistema y proporcionan el hábitat idóneo para las especies animales y
vegetales típicas de la región.
¿Qué es un vivero?
Un
vivero es una zona destinada a la multiplicación y cuidado de las
plantas, en él se controlan las condiciones como temperatura, humedad,
fertilización y luz para que la semilla germine y se desarrolle hasta
una plántula lo suficientemente fuerte para ser sembrada en el área a
reforestar.
¿Dónde hacer nuestro vivero escolar?
• El área destinada al vivero debe estar en la escuela o cercana a ella.
• Poseer una fuente de agua.
• Estar soleada.
• Protegida de los vientos fuertes.
• Tener un acceso fácil para el transporte de las plantitas del material que se usará para sembrar.
Método de plántulas producidas a partir de semillas
Este método se basa en la colecta, secado, sembrado y
cuidado de semillas de especies vegetales. Es el más conocido y
empleado en la reforestación. Entre sus ventajas se cuentan:
• Seleccionar especies para determinados tipos de condiciones ambientales.
• Controlar la calidad y vigor de las plantas que se sembrarán.
Recolección y elección de las semillas
Las semillas deben recolectarse cuando los frutos
están maduros. Algunas pueden juntarse directamente del suelo; sin
embargo, recomendamos colectar los frutos del árbol, antes de que se
abran y se dispersen las semillas. Después de colectar los frutos, deben
separarse las semillas y ponerse a secar a la sombra antes de ser
almacenadas. Si no se siembra inmediatamente, las semillas deben
guardarse, controlando temperatura, humedad, luz y plagas. Algunas
semillas no pueden guardarse mucho tiempo porque después no germinarán.
El almácigo
Los almácigos son cajones especiales donde se ponen a
germinar las semillas para después trasplantar las plantitas a los
contenedores. En el vivero escolar se pueden usar huacales o cajones de
madera como almácigos.
¿Cómo preparar el almácigo?
1. En el fondo del huacal o cajón se coloca grava gruesa (tezontle), tepezil o trozos de unicel para que tenga un buen drenaje.
2. Después se esparce una capa de tierra negra mezclada con un poco de
arena, en proporciones de tres partes de tierra por una de arena para
formar un suelo franco arenoso.
La siembra y sus cuidados
Al
tener listo el almácigo, se sembrarán las semillas de las especies
nativas que nos interesen. Para ello se deben seguir los siguientes
pasos:
1. Esparcir las semillas uniformemente. Si la semilla
es muy pequeña se mezcla con arena fina para que la siembra sea más
uniforme.
2. Colocar una nueva capa de tierra negra fina para cubrir las semillas.
3. Proteger a las semillas del golpe de la lluvia y el exceso de sol con una capa de pasto fino u hojas secas.
4. Realizar el riego con cuidado, empleando una regadera de hoyos delgados y dejando la tierra húmeda, pero no encharcada.
5. Retirar la protección del pasto cuando las plantitas tienen entre ocho y 12 días de germinadas.
El trasplante
Cuando las plantas miden de 5 a 10 cm de altura y
tienen unos 20 días de germinadas, es el momento de trasplantarlas a los
contenedores (bolsas de crecimiento). Recomendamos el uso de
recipientes plásticos de reutilización, como son las botellas de
refresco cortadas para los contenedores. Para hacer el trasplante es
necesario realizar lo siguiente:
1. Perforar la bolsa de plástico o botella de reuso en la base para facilitar el drenaje del agua.
2. Rellenar la bolsa o botella con la mezcla de tierra negra y arena,
apretarla bien y golpearla contra el suelo para que se asiente la
tierra, no se recomienda llenarla por completo.
3. Regar la bolsa o contenedores antes de trasplantar las plantitas.
4. Humedecer el semillero para extraer las plantas fácilmente.
5. Abrir un hoyo en el centro de la bolsa con un palo de madera grueso.
6. Sacar la planta del semillero con una cuchara o cuchillo, tirando
de su tallo despacio. Si la raíz es muy larga (más que el envase), se
podará con una tijera.
7. Introducir las plántulas en los contenedores (bolsas o botellas), con el cuidado de no doblar las raíces.
8. Apretar el sustrato alrededor de la planta, cubriéndola hasta el inicio del tallo.
9. Regar generosamente, con el cuidado de no remover la tierra.
10. Dejar a media sombra los primeros 15 días después del trasplante de la plántula. Se les puede hacer un techo de palmas.
Plantando los arbolitos
• Llevar los árboles al campo en la temporada de lluvias.
• Limpiar el terreno de malezas donde se plantarán los árboles.
• Cavar los hoyos y ponerles una capa de abono (de preferencia con
composta, lombricomposta o tierra de hoja), recordar separar los
arbolitos 3 metros entre ellos.
• Quitar la bolsa sin dañar la planta.
• Poner la planta en el hoyo; deberá quedar recta.
• Rellenar el hoyo con tierra apretándola con las manos.
• Colocar una estaca al pie de cada arbolito para evitar que el viento lo tire y dirigir su crecimiento.